IMPARTE CRONISTA DE LA CIUDAD DE MEXICALI CONFERENCIA

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MEXICALI.- Isabel Verdugo Fimbres, investigadora y cronista oficial de Mexicali durante 24 años, impartió la conferencia “Mi paso por el Archivo Histórico” en el Archivo Histórico del Estado, en el marco de la celebración del 100 aniversario del edificio que lo alberga.
Verdugo relató parte de su trayectoria profesional en la institución, la cual comprende de 1992 a 1997, periodo que definió como una labor de rescate documental realizada en el tiempo y con las personas correctas para consolidar lo que hoy conocemos como el Archivo Histórico del Estado.
La cronista recordó cómo en 1988 nació en ella la inquietud de trabajar en un archivo histórico. Tras visitar el Archivo General de la Nación en la Ciudad de México y capacitarse en archivística, logró integrarse al Archivo Histórico de Baja California en 1992 como su primera coordinadora.
Desde entonces, impulsó acciones fundamentales como la formación de grupos documentales (Partido Norte, Distrito Norte, Territorio Norte, Gobierno del Estado), la aplicación del principio de procedencia, mediante identificación, clasificación y catalogación de documentos; la organización de expedientes de las juntas locales de conciliación y arbitraje; la creación de instrumentos como el boletín Siñer (1994), cuyo nombre significa “Ayer” en lengua Cucapá, y que se difundió a nivel nacional en archivos históricos y académicos; la elaboración de formatos de consulta y préstamo, así como la compra y etiquetado de cajas archivadoras con el sello de Baja California; la implementación de las primeras bases de la coordinación técnica en materia archivística para el poder ejecutivo estatal.
También hizo un repaso por la cronología institucional del Archivo Histórico, desde su integración en 1981 como sección del Archivo General del Poder Ejecutivo, su reestructuración en 1992, su independencia en 2001, su abandono en 2018, y su adscripción a la Secretaría de Cultura en 2022, donde permanece hasta la actualidad.
“Un archivo histórico guarda documentos que ya no están vivos, que han dejado de tener vigencia legal o administrativa, pero que adquieren un valor secundario y se convierten en testimonio de nuestra memoria colectiva”, destacó Verdugo.