ENSENADA BC, 09 de diciembre de 2025.- Un nuevo diagnóstico cuantitativo revela que la frontera norte de México se encuentra en una coyuntura energética crítica y con una oportunidad de negocio binacional histórica, informó el presidente del Consejo Consultivo económico de Ensenada, Héctor Fabian Contreras Luengas.
Mientras que la demanda interna en México aprieta los márgenes de reserva, la de
energía de Estados Unidos, impulsada por la Inteligencia Artificial y la electrificación masiva, abre una brecha de exportación que podría transformar la economía regional, vislumbró el dirigente.
La frontera norte, amplió, se encuentra al límite entre la oportunidad y el déficit de los motores de la industria, pues esta región, explicó “no es solo un corredor industrial, es el corazón energético del nearshoring, comprendido entre Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas”.
Estas entidades concentran la generación nacional, y solo entre Tamaulipas y Nuevo León
suman cerca del 17% de la capacidad instalada de México. La intensa actividad industrial convierte a la frontera en la región más intensiva en energía con márgenes estrechos, añadió Contreras. “El Sistema Eléctrico Nacional alcanzó una demanda máxima de 54,530 MWh/h en 2023, en tanto el crecimiento constante de la demanda, si no va
acompañado de una inversión masiva en generación y transmisión, aumenta el riesgo de déficit y estrangula el desarrollo”.
Además, expuso que el sistema aislado de Baja California es el mejor ejemplo, con una
demanda máxima de 3,552 MW en agosto de 2023 que se pudo atender gracias a la generación local y la importación diaria desde California.
Resumió que interdependencia no es teórica, sino operativa y diaria, “y si el nearshoring, el
crecimiento demográfico y las olas de calor continúan, la inacción en generación,
almacenamiento y transmisión en la frontera estrangulará su modelo de desarrollo”.
Mientras tanto, hizo notar que al otro lado de la frontera el panorama es de una demanda
energética desordenada y explosiva, creando una oportunidad sin precedentes para México.
Contreras Luengas vislumbró una oportunidad sin precedente, para un comercio energético
monumental. Entre México y EE. UU. movieron $66.5 mil millones de dólares en comercio de energía en 2023, citó.
Esta oportunidad está descrita en los centros de datos (motores de la nube y la Inteligencia
Artificial) que se han convertido en el nuevo actor que acelera la demanda.
De acuerdo a Bloomberg NEF, la demanda de potencia de centros de datos en Estados Unidos se duplicará hacia 2035, pasando de casi 35 GW a 78 GW, en tanto otros análisis elevan la proyección hasta los 106 GW, lo que equivale a varios Sistemas Eléctricos de México dedicados solamente a centros de datos.
California, la oportunidad California, recordó, es vital para la narrativa fronteriza, con un mandato de 100% energía limpia para 2045 y una proyección de que su demanda eléctrica aumentará un 76% para ese año, el estado enfrenta cuellos de botella ambientales y de suelo, es decir, “necesita urgentemente mucha más energía limpia y justo al lado tiene a Baja California y la capacidad de la frontera mexicana”.
La oportunidad es gigante, ya que de exportador la entidad pasaría a ser socio estratégico, con un comercio eléctrico actual entre México y EE. UU que ya favorece a nuestro país, pero la escala del intercambio es, por ahora, comparada con el potencial.
Contreras Luengas insistió en la brecha de oportunidad, al considerar que el consumo anual de electricidad en Estados Unidos es de 4,000 TWh, mientras las importaciones desde México en 2024 fueron de 6 TWh, apenas el 0.15% del consumo total.
Si bien es mínimo, aclaró, “justo por eso la oportunidad es gigantesca, porque el comercio se concentra hoy en California, Nuevo México y Texas, y el nuevo que es la electricidad limpia y flexible es la pieza que conecta nearshoring, clima y seguridad energética.
La frontera norte de México está parada encima de un “yacimiento” de valor energético
binacional, calificó Contreras. “Si no se invierte hoy en generación (renovable y firme),
almacenamiento, transmisión y un marco fiscal–social inteligente, se perderá parte del
nearshoring, se desaprovechará la demanda estadounidense y la zona seguirá peleándose por subsidios en lugar de crecer la “torta” energética.
La inversión en la frontera ya no es una opción, concluyó, es un imperativo de seguridad
energética y una estrategia de crecimiento económico binacional.







